sábado, 15 de noviembre de 2014

DIAGNÓSTICO DE TRASTORNOS MENTALES EN PSICOLOGIA CLINICA (ONLINE)

DIAGNÓSTICO DE TRASTORNOS MENTALES

De manera frecuente, un objetivo de la evaluación clínica es diagnosticar trastornos mentales. La fuente de referencia utilizada para hacer esos diagnósticos es la versión actual del Manual Diagnostico y Estadístico (DSM, por sus siglas en ingles) de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense, que en la actualidad es el DSM-IV-TR (donde IV significa “cuarta edición” y TR “texto revisado”). El DSM-IV fue publicado en 1994, y su edición revisada se publicó en 2000.

El DSM-IV-TR nombra y describe todos los trastornos mentales conocidos y además incluye una categoría denomina Condiciones no atribuibles a trastornos mentales que son un foco de atención o tratamiento. Un diagnóstico del DSM-IV-TR transmite de inmediato una gran cantidad de información descriptiva acerca de la naturaleza de la desviación, déficit o exceso conductual de la persona diagnosticada.

Algunos psicólogos clínicos, de manera más abierta los de orientación conductista, han expresado su insatisfacción con el DSM-IV-TR por varias razones. Quizás su preocupación principal sea que el manual está firmemente arraigado en el modelo médico. Los patrones de pensamiento y conducta no se describen en el DSM-IV-TR solo como eso (patrones de pensamiento y conducta) sino también en formas que se asemejan a la descripción por ser relativamente poco confiable. Diferentes clínicos que entrevistan al mismo paciente bien pueden obtener diagnósticos diferentes.

Además, aun cuando todos los clínicos puedan concordar en cuanto a un diagnóstico, el DSM-IV-TR no proporciona indicación alguna en cuanto a que método de tratamiento tendría una efectividad óptima. Desde una perspectiva cultural, es posible que el DSM-IV-TR se haya construido con una sensibilidad insuficiente para ciertas culturas, en especial si se  trata acerca de la discusión de los trastornos disociativos (Lewis-Fernández, 1998).

Los proponentes del DSM-IV-TR consideran que este sistema de diagnóstico es útil debido a la abundancia de información que transmite un diagnostico psiquiátrico. Discuten sobre la p imposibilidad de lograr una confiabilidad perfecta entre diagnósticos debido a la naturaleza del tema,. En respuesta a la crítica al modelo médico, los defensores del DSM-IV-TR sostienen que el sistema diagnóstico es útil independientemente de si alguna categoría de diagnóstico es realmente una enfermedad o no.

En el DSM-IV-TR, los diagnósticos están codificados de acuerdo con 5 ejes (dimensiones). Los tipos de trastornos incluidos en cada eje son los siguientes:

Eje I: Trastornos de la infancia, niñez y adolescencia; además como las ocasionadas por la enfermedad de Alzheimer; trastornos causados debido al uso de drogas; trastornos en el estado de ánimo y ansiedad; y esquizofrenia. También aquí se incluyen padecimientos que pueden ser susceptibles de tratamiento (como problemas académicos o sociales) pero no atribuibles a trastornos mentales.

Eje II: Retraso mental y trastornos de la personalidad.

Eje III: Aquí se incluyen condiciones físicas que pueden afectar el funcionamiento mental, desde migrañas hasta alergias.

Eje IV: Diferentes problemas o fuentes de tensión pueden ocurrir en la vida de un individuo en cualquier momento dado. Problemas económicos, legales, maritales, ocupacionales, o de otro tipo que pueden precipitar las conductas que van desde volver al hábito de fumar después de que se habían abandonado, hasta intentos de suicidio. La presencia de tales problemas se señala en este eje.

Eje V: Este eje proporciona una evaluación global de funcionamiento general. En el extremo elevado de esta escala están los valores indicativos de ausencia de síntomas y de preocupaciones cotidianas. El extremo bajo de la escala contiene los valores que indican que la persona está en un peligro claro y presente para sí mismo o para los demás y que por tanto, debe ser internada en una institución segura.


Los diagnósticos del DSM-IV-TR son descriptivos y no teóricos. Esto es adecuado para un texto de referencia fidedigno diseñado para proporcionar un lenguaje común a clínicos e investigadores con variadas orientaciones teóricas hasta la etiología y tratamiento de los trastornos mentales (Widiger y Clark, 2000).

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