sábado, 4 de octubre de 2014

TRASTORNOS DE ANSIEDAD

Todos los trastornos de ansiedad se relacionan con sentimientos de ansiedad (por ejemplo, miedo, preocupación, abatimiento), así como diversas reacciones fisiológicas de estrés; por ejemplo, taquicardia (aceleración del ritmo cardíaco), hipertensión (tensión arterial alta), náuseas, dificultades de respiración, alteraciones del sueño y niveles elevados de glucocorticoides.

Los trastornos de ansiedad son los trastornos psiquiátricos con mayor prevalencia; por ejemplo, en el Reino Unido una de cada 5 mujeres y 1 de cada 10 hombres toman cada año medicación ansiolítica (Dunbar, Perera y Jenner, 1989).  Aproximadamente el 25% de las personas sufre un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida.


Cinco Tipos de Trastornos de Ansiedad

Los 5 trastornos de ansiedad principales son: el trastorno de ansiedad generalizada, los trastornos fóbicos de ansiedad, los trastornos de pánico, los trastornos obsesivo-compulsivo y el trastorno por estrés postraumático.

El trastorno de ansiedad generalizada

Se caracteriza por respuestas de estrés y sensaciones extremas de ansiedad, que se producen en ausencia de cualquier estimulo precipitante obvio.

Los trastornos fóbicos de ansiedad

Se parecen al trastorno de ansiedad generalizada, excepto en que están provocados por la exposición a objetos determinados (p. ej; aves, arañas) o situaciones (p, ej; muchedumbres, oscuridad).

Los trastornos de pánico

Se caracterizan por crisis de miedo extremo que se inician rápidamente y síntomas graves de estrés (p, ej; ahogo, palpitaciones del corazón, falta de alimento);  a menudo forman parte de los trastornos de ansiedad generalizada y fóbicos, pero también se producen como trastornos independientes.

Los trastornos obsesivo-compulsivos

Se caracterizan por pensamientos recurrentes, incontrolables, que producen ansiedad (obsesiones) e impulsos (compulsiones). Responder a estos pensamientos e impulsos (p,ej; lavarse compulsivamente las manos repetidamente, es un medio de disipar la ansiedad que se relaciona con ellos).

El trastorno por estrés postraumático

Consiste en un cuadro de malestar psicológico persistente tras haber estado sometido a una situación de excesivo estrés. (McNally, 2003; McNally, Bryant y Ehlers, 2003; Newport y Nemeroff, 2000).


Etiología de los trastornos de ansiedad

El papel de las experiencias que se han tenido a la hora de determinar la evolución de los trastornos de ansiedad es bastante evidente ya que los trastornos de ansiedad suelen desencadenarse a raíz de acontecimientos estresantes identificables y porque la ansiedad se suele centrar en determinados objetos o situaciones (Anagnostaras, Craske y Fanselow, 1999).  Como otros trastornos psiquiátricos, que los trastornos de ansiedad tienen un componente genético importante.

Las tasas de concordancia para varios trastornos de ansiedad son más elevadas entre gemelos univitelinos que entre gemelos bivitelinos. Aun así, aunque los gemelos univitelinos tengan la misma predisposición genética para los trastornos de ansiedad, cuando se dan y en que se centran sus crisis suele reflejarse las experiencias individuales (Gross y Henn, 2004).

Tratamiento farmacológico de los trastornos de ansiedad

Hay 2 clases de fármacos que son eficaces contra los trastornos de ansiedad: las benzodiacepinas y los agonistas serotoninérgicos

Benzodiacepinas

Las benzodiacepinas, como el cloridiacepóxido (Librium) y el Diacepam (Valium), se recetan generalmente para el tratamiento de los trastornos de ansiedad. También se recetan como hipnóticos (fármacos inductores del sueño), anticonvulsivos y relajantes musculares. Efectivamente, las benzodiacepinas tienen varios efectos secundarios adversos: sedación, ataxia (alteraciones de la conducta motora) temblores, náuseas,  adicción y un síndrome de abstinencia que incluye un rebote de ansiedad.

Agonistas de la serotonina

Agonistas de la serotonina son también muy utilizados para tratar los trastornos de ansiedad. Por ejemplo, la buspirona, otro fármaco disponible para el tratamiento de los trastornos de ansiedad, es un Agonistas de la serotonina y actúa selectivamente sobre un subtipo de receptores serotoninérgicos: El receptor 5-HT1A. La principal ventaja de la buspirona sobre las benzodiacepinas es su especificidad: produce efectos ansiolíticos (antiansiedad) sin producir ataxia, relajación muscular o sedación-efectos secundarios habituales de las benzodiacepinas-. No obstante, la buspirona tiene otros efectos secundarias como (p, ej; mareos, náuseas, dolor de cabeza e insomnio).

Los Agonistas de la serotonina que se suelen emplear para tratar la depresión (p: ej; los inhibidores de la monoaminoxidasa, los antidepresivos tricíclicos y los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina) tienen asimismo efectos ansiolíticos.


Bases neuronales de los trastornos de ansiedad

Al igual que las teorías actuales de las bases neuronales de la esquizofrenia y la depresión, las teorías actuales de las bases neuronales de los trastornos de ansiedad se basan en gran medida en el análisis de los efectos de los fármacos terapéuticos. Recientemente, las especulaciones sobre las estructuras encefálicas que intervienen en los trastornos de ansiedad se han centrado en la amígdala, debido al papel fundamental que desempeña en el miedo y en la conducta defensiva (LeDoux, 1995).


Los estudios de neuroimagen en casos de trastornos de ansiedad no revelado  una patología estructural obvia, ya sea en la amígdala o en otra estructura cerebral. Por el contrario, se ha informado de muchos cambios funcionales, pero hasta el momento ninguno se ha replicado sistemáticamente. El problema posiblemente sea que la categoría diagnostica de trastornos de ansiedad es tan amplia que las imágenes cerebrales que se obtienen promediando las observaciones de varios sujetos están inevitablemente oscurecidas por la alta variabilidad intersujeto. (Reiman, 2000).

Referencia bibliográfica: Biopsicologia, John P.  J. Pinel. Cap. 18, ed. 6
 

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